Merk escribió:
Ya no tengo recuerdos. Ayer con el gol de Iniesta y el fin del partido dejé de tener recuerdos y tantos y tantos partidos dejaron de ser recuerdos, amargos recuerdos para ser sólo partidos. Desde ayer, desde ese gol, el fallo de Cardeñosa, el desastre del 82, el penalti de Señor, la falta de Stojkovic, el fallo de Salinas, la cantada de Zubi, y Al Gandhour dejaron de ser amargos recuerdos para ser momentos de futbol. Tan significados como otros muchos, pero ya no son la continúa espina que Mundial tras Mundial se clavaban en el mismo sitio.
Había visto ochos Mundiales antes que este, desde aquel de Argentina al de Alemania y en todos, el final que me esperaba era el mismo, amargura y decepción. Me veo doce años antes, en Francia, con la camiseta de España viviendo un Mundial y ya no tiene el sabor a hiel que hasta ayer me hacía pensar en aquellos días.
No creía, ya no tenía capacidad para creer, ni siquiera tras ganar la Eurocopa. Ayer estaba tranquilo, tenía asumido, muy asumido que algo, al final, haría que todo fuese como siempre y coleccionase un nuevo recuerdo. Los pocos segundos que duró la carrera de Robben hasta Iker fueron suficientes para identificarme con aquello que en los Mundiales anteriores nos llevaba a perder. Pero ayer no, ayer Iker la sacó e Iniesta marcó.
Esperé 29 años a ganar la Séptima con el Madrid, nada fue igual a aquella Copa de Europa. Las siguientes ya no fueron iguales. Antes de eso, año tras año, década tras década, esperaba ganarla y al fin una rápida jugada en Amsterdam me trajo una de las grandes satisfacciones de mi vida. Aún he tenido que esperar más para ganar un Mundial, doce años más, tres Mundiales, más de una década y por fin, a falta de cuatro minutos, cuatro décadas de espera tienen sentido. No se si ganaremos otro Mundial. Quizás si, pero nunca como este. El día que dejamos de perder para ganar. La final que siempre jugaban otros y que jugamos nosotros, el gol que no encajamos y el que metimos. El día que fuimos Campeones del Mundo.
He visto partidos durante 40 años, se me pierden en la memoria los primeros partidos. He visto jugar al Seleccionador actual, estuve en su partido de homenaje cuando se retiró. También he visto al padre de Xabi Alonso jugar con la Selección. Eso me da la referencia de lo mayor que soy ya. También he jugado al futbol, durante un tiempo fue lo que más hacía en esta vida, jugar al futbol, pero sobre todo he soñado con hacer lo ayer hizo Iniesta. De niño, de muy niño, cuando jugaba, jugaba la final del Mundial y metía el gol decisivo. Un sueño que hemos tenido millones de niños en España y en el mundo. Un sueño que hoy sigo teniendo, como si el tiempo no hubiese pasado, como si los dioses me hubiesen concedido el talento, como si el destino aún me deparase escribir esa página en blanco para ganar un Mundial. Ahora ya no soñaré que marco el gol que gana una final, ahora simplemente soñaré que soy Iniesta.
Millones de personas son felices. Un país es feliz. España es feliz. Yo soy feliz. Ya no tengo recuerdos amargos, tan sólo partidos que recordar, sobre todo el de ayer, 11 de julio de 2.010, en el Soccer City de Sudáfrica. Un partido para una vida
Qué bonito el sentimiento con que escribes y has escrito siempre...